De los combustibles fósiles a la bioenergía renovable

Sappi tiene una ambiciosa hoja de ruta para la descarbonización, con el cambio a la bioenergía renovable en su fábrica insignia de Kirkniemi a la cabeza

Kirkniemi Story

Gracias a un programa de inversiones de ocho años por un total de más de 15 millones de euros, la fábrica de Sappi en Kirkniemi ha conseguido pasar de los combustibles fósiles a la energía renovable, lo que supone una reducción del 90% de las emisiones directas de gases de efecto invernadero.

En la central eléctrica de la fábrica se han puesto en marcha nuevas instalaciones y maquinaria de última generación para la recepción, almacenamiento y manipulación de biocombustibles, en su mayoría residuos de biomasa de origen local, como corteza, serrín y astillas de madera.

Junto con la caldera multicombustible construida en 2015, esta nueva capacidad significa que la fábrica es ahora capaz de ahorrar unas 230.000 toneladas de dióxido de carbono al año, reduciendo las emisiones directas de CO2 de Kirniemi al mismo tiempo que reduce sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero de toda la ciudad de Lohja.

Además, gracias a la nueva tecnología, la huella de carbono de la propia gama de papel Galerie se ha reducido de golpe en un 40%.

A la inauguración oficial de las nuevas instalaciones de la fábrica, a finales de agosto, asistió Kai Mykkänen, Ministro de Clima y Medio Ambiente de Finlandia, que habló de cómo la inversión de Sappi en Kirkniemi contribuye a los ambiciosos objetivos de su país en materia de neutralidad de carbono y liderazgo en el sector de las nuevas energías.

 

Centrarse en el desarrollo sostenible

Todo esto forma parte de un enfoque de sostenibilidad de larga data en Kirkniemi que, en los últimos años, ha aportado mejoras continuas en el rendimiento medioambiental en áreas que incluyen el uso de agua dulce, las emisiones a los cursos de agua y la eficiencia energética.

Según el director de la fábrica, Marti Savelainen, "El desarrollo sostenible ocupa un lugar central en Kirkniemi, y estamos orgullosos de contribuir sustancialmente a la hoja de ruta de descarbonización más amplia de Sappi y a los objetivos de reducción de carbono aprobados por la Science Based Targets Initiaive (SBTi) de la empresa. El papel ya es un producto que realiza una valiosa contribución a la creación de una economía circular de base biológica. Con el cambio a la biomasa leñosa renovable, Kirkniemi se posiciona como parte de la solución al cambio climático".

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Un esfuerzo a escala europea

La fábrica finlandesa de Sappi está marcando el camino de la empresa en toda Europa. La modernización de la caldera de la fábrica de Gratkorn, en Austria, ha permitido recientemente sustituir el carbón por biomasa y gas natural, reduciendo así la huella de carbono de la fábrica en un 30%.

En otros lugares, la fábrica de Maastricht (Países Bajos) ha instalado una nueva caldera eléctrica que funciona con electricidad en lugar de gas natural, mientras que otras iniciativas de Sappi para reducir las emisiones de carbono se centran en la eficiencia y la optimización de los procesos.

El sector de la impresión en toda Europa está haciendo un buen trabajo en la defensa de los beneficios de la reciclabilidad del papel y su lugar en la economía circular. Pero, dados los imperativos del cambio climático junto con iniciativas como el Pacto Verde Europeo, que presiona para conseguir un continente neutro desde el punto de vista climático, aún se puede hacer más. La descarbonización -la reducción o eliminación de las emisiones de gases fósiles de efecto invernadero durante los procesos de producción- desempeña un papel crucial en la lucha contra el cambio climático.

 

Una ambiciosa hoja de ruta para la descarbonización

En 2020, Sappi Europa publicó su propia hoja de ruta para la descarbonización, en la que se describen cerca de 80 proyectos que Sappi tiene previsto emprender de aquí a 2025 para cumplir sus objetivos de sostenibilidad a corto plazo relacionados con la energía. Esto incluye una reducción de las emisiones específicas de gases de efecto invernadero en un 25% junto con un aumento del 11% en la cuota de energía renovable (ambos en comparación con 2019). La estrategia se basa en tres prioridades principales: abandonar el carbón y pasar a la biomasa neutra en carbono o al gas natural; obtener más electricidad verde de la red; y mejorar la "ecoeficacia" de todas las fábricas europeas para mejorar la eficiencia energética.

La hoja de ruta de descarbonización de Sappi Europa forma parte de los objetivos medioambientales globales de la empresa, que ha fijado metas alineadas con siete de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Consciente de la urgencia de actuar para limitar el aumento de la temperatura global, Sappi se ha comprometido a reducir las emisiones de carbono en un 41,5% por tonelada de producto de aquí a 2030.

En Kirkniemi, ese compromiso ha cobrado vida a gran escala.

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