¿En qué medida debe preocupar a la industria papelera el impacto de la guerra en Ucrania en el mercado de la madera?
Los acontecimientos actuales en Europa del Este han desordenado el comercio mundial, y la industria papelera debe estar preparada para los impactos directos
Un nuevo análisis ha dejado claro cómo la devastadora guerra de Ucrania afectará a las industrias de la madera y el papel. Aunque las implicaciones exactas de la interrupción de las exportaciones de madera siguen siendo inciertas, se considera inevitable que el mercado de la madera se restrinja tanto a corto como a largo plazo, lo que repercutirá directamente en industrias como la del papel que utilizan subproductos de la madera de coníferas. Esto se suma a otras repercusiones del conflicto para las empresas, como el aumento de los costes energéticos.
Según el informe publicado a finales de abril por Wood Resources International (WRI), el conflicto ya está teniendo efectos en los mercados mundiales de la madera. Rusia, Bielorrusia y Ucrania representaron el año pasado el 25% del comercio mundial de madera. Desde que comenzó la guerra en febrero, se ha producido una "reducción drástica" de los productos forestales exportados.
Antes de la guerra, los tres países suministraban casi el 10% de la madera de coníferas de Europa, un nivel que ascendía a 8,5 millones de metros cúbicos en 2021, según el WRI. Sin embargo, las sanciones económicas impuestas a Rusia y Bielorrusia por la mayoría de los países europeos, junto con la interrupción de la industria forestal en una Ucrania devastada por la guerra, han hecho que esas exportaciones de madera se agoten.
Para ayudar a mitigar estos déficits, al menos a corto plazo, el WRI sugiere que los proveedores europeos de madera podrían detener algunas exportaciones, dirigiendo los envíos hacia el mercado europeo. Esto, sin embargo, podría tener un efecto en cadena en otros mercados: Estados Unidos, por ejemplo, importa una cantidad muy pequeña de madera de Rusia, pero depende de Europa para el 3,2% de sus necesidades de madera. Esas importaciones podrían estar en peligro si los proveedores europeos deciden dar prioridad a los mercados nacionales.
A largo plazo, las empresas madereras podrían tener que invertir en nueva capacidad de producción, aunque el WRI informa de que el suministro de troncos en Europa ya es escaso. Algunos países, como Finlandia, ya están estudiando otras opciones. Los finlandeses importan el 10% de su madera de Rusia, pero ahora están estudiando la posibilidad de sustituirla por tala interna e importaciones de los países bálticos.
También hay que tener en cuenta que tanto FSC como PEFC han retirado sus acreditaciones a Rusia y Bielorrusia, lo que significa que cualquier madera procedente de estos países que pueda llegar a los mercados no sancionados no estará certificada.
En cuanto a la importación/exportación de productos de papel, los efectos del conflicto pueden no ser tan graves. Rusia es una fuente de productos papeleros para la UE, como el kraftliner, el papel prensa y el offset pasta química, por lo que es probable que las sanciones provoquen cierta escasez a corto plazo en estos sectores. Sin embargo, Alejandro Mata, director de envases y papel gráfico en Europa de Fastmarkets, cree que los aumentos de capacidad previstos en Europa y Brasil deberían ser suficientes para amortiguar la escasez.
El mayor impacto en la industria europea de la pasta y el papel, según Mata, procede de la inflación de los precios de la energía. La UE ha sancionado el carbón ruso y, en el momento de redactar este informe, se estaba estudiando la posibilidad de eliminar durante seis meses las importaciones de crudo ruso (el bloque obtiene alrededor del 25% de su petróleo de Rusia).
Mientras tanto, la UE importa el 45% de su gas natural de Rusia, y estas importaciones corren el riesgo de sufrir acontecimientos relacionados con el conflicto, incluidas las acciones unilaterales de Rusia (como se demostró en abril y mayo, cuando el Kremlin detuvo las exportaciones de gas a Polonia, Bulgaria y Finlandia).
Por supuesto, toda esta incertidumbre está causando estragos en unos mercados energéticos que ya eran volátiles. Los futuros del crudo Brent han pasado de acercarse a los 80 dólares el barril a principios de año a superar los 110 dólares a finales de mayo, mientras que los precios del gas natural atraviesan un periodo de extrema e imprevisible volatilidad.
Según la agencia de calificación de riesgos Moody's, son estos elevados costes energéticos, junto con el tipo de perturbación del comercio de la madera antes mencionado, los que probablemente harán caer los beneficios de las industrias del papel y los productos forestales. Moody's predice que el EBITDA (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) del sector caerá entre un 10 y un 12% en todo el mundo durante el próximo año, aunque se espera que a Europa le vaya mejor, con un descenso menor, del 4%, de los beneficios.