Cómo afecta la inteligencia artificial al sector de la impresión
La Inteligencia Artificial (IA) ha acaparado los titulares recientemente con afirmaciones de que va a revolucionar la sociedad. Pero más allá de las exageraciones, la IA también está introduciendo cambios significativos en las empresas, incluido el sector de la impresión. La IA puede reducir los residuos, aumentar la eficiencia de la producción y reducir los tiempos de inactividad, además de impulsar la personalización de los trabajos y mejorar las predicciones de ventas.
La IA en la imprenta
En términos generales, la IA se define como un sistema informático que imita la inteligencia humana en la forma de resolver problemas y tomar decisiones. Para una imprenta, esto podría significar el uso de una IA que supervise los procesos de producción y tome decisiones basadas en la información de los sensores. Por ejemplo, los problemas de alineación del papel o de calidad de imagen, que podrían provocar retrasos o desperdicio de papel, se detectan y solucionan en tiempo real. La IA también puede supervisar el software de impresión en busca de fallos y ponerles remedio antes de que se produzca realmente un problema. Todo esto lo hace la IA por sí sola, sin necesidad de intervención humana.
De hecho, en algunas situaciones los sistemas de IA son superiores a los humanos. Pueden hacer cálculos mucho más rápidos y analizar los datos con más destreza que los trabajadores. Esto puede aumentar la eficiencia en todo el proceso de impresión, ahorrando tiempo y papel. Por ejemplo, la IA puede calcular el diseño más eficiente para cada trabajo. A partir de ahí, puede evaluar los detalles del trabajo, como los bordes y el tamaño del papel, y predecir qué trabajos pueden combinarse mejor. La IA también puede preparar el siguiente trabajo, limpiando y reajustando automáticamente las tintas.
Aunque gran parte del flujo de trabajo de impresión ya está automatizado, los sistemas controlados por IA pueden llevarlo a otro nivel. Los ciclos de producción, los flujos de materiales, los cuellos de botella, los tiempos de inactividad y la información de la cadena de suministro pueden supervisarse y evaluarse en tiempo real, con la IA preparada para realizar las modificaciones necesarias. Según un estudio realizado en 2020 por el Real Instituto de Tecnología de Suecia, el mantenimiento predictivo podría ser un área clave para la aplicación de la IA, con el potencial de ayudar a reducir las costosas paradas imprevistas.
Sappi también está explorando las posibilidades de la IA. Una de las aplicaciones que se están estudiando tiene que ver con los procesos de los aserraderos, donde la IA y la robótica pueden ayudar a cortar automáticamente los troncos al tamaño correcto, mejorando así la seguridad de los trabajadores y el mantenimiento óptimo de los equipos.
IA en marketing, ventas y back-end
La IA abre nuevas posibilidades a los clientes de impresión. Los clientes de correo directo y catálogos, por ejemplo, pueden realizar envíos microdirigidos a los destinatarios. La IA puede utilizarse para personalizar automáticamente cada folleto, catálogo o DM para cada cliente en función de sus preferencias.
En un entorno de ventas, la IA puede generar clientes potenciales, identificar las necesidades y preferencias de los clientes y recomendar los productos de impresión adecuados. Puede fijar los precios no sólo en función de los costes, sino analizando la situación del mercado y lo que es probable que acepte un cliente. También puede predecir las posibilidades de éxito de las ventas cruzadas, así como la calidad de las previsiones de ventas.
Sappi, en colaboración con el Instituto de Tecnología de Rochester (EE.UU.), también está estudiando cómo utilizar el aprendizaje automático para mejorar los procesos de venta. Un nuevo documento demuestra que el aprendizaje automático puede ser beneficioso y adaptable, pero también que necesitará la aportación de vendedores cualificados y experimentados para ser eficaz.
Mientras tanto, la IA ya se está utilizando ampliamente en lo que se denomina automatización robótica de procesos (RPA), mediante la cual el sistema recupera y maneja datos de la misma como lo haría un humano. La RPA puede encargarse de muchas tareas de RRHH, contabilidad, aprovisionamiento de la cadena de suministro y otras tareas administrativas, mejorando drásticamente la productividad. Tiene el potencial de reducir costes, acelerar los tiempos de procesamiento y reducir los errores.
No es de extrañar, por tanto, que ya estemos viendo cómo se aplica la inteligencia artificial en el sector de la impresión. A medida que la tecnología se desarrolle rápidamente (una predicción indica que el valor del mercado de la IA pasará de 120.000 millones de dólares en 2022 a más de 1.500.000 millones en 2030), seguirá cambiando la forma en que los impresores hacen negocios y tiene el potencial de revolucionar el sector.